Soy Daniel Antoñanzas, tengo 22 años y soy ingeniero industrial, coach y fundador de Basics. 

Sería imposible haber conseguido esto a esta edad si no tuviera TDAH. 

Yo sabía que tener TDAH me hacía diferente, alguien con dificultades para concentrarse. Una persona demasiado energética, impulsiva e inquieta. Alguien que aparentemente puede parecer vago y despistado.

Con el tiempo aprendí que la vida me estaba otorgando un gran superpoder.

Toda esa energía me hacía ser persistente y no rendirme nunca. Esa impulsividad era lo que me daba la chispa para ser extrovertido y me eliminaba todas las barreras para salir de la zona de confort y actuar. 

Con el tiempo entendí que esas dificultades para concentrarme era porque mi cerebro es una máquina de segmentar información y tenía una capacidad analítica que me hacía ser una persona super creativa y encontrar mi verdadera pasión.

A veces las cosas no son las que parecen, pero lo que sí te aseguro es que para mí, tener TDAH es lo mejor que me ha pasado en la vida.